Nací en Granollers (Barcelona) en 1979. Desde pequeña fui callada y observadora; me gustaba estudiar y nunca he dejado de hacerlo. Curiosamente, con 10 años tenía clarísimo que quería trabajar en un banco. Y lo hice. Estudié Empresariales y cumplí ese objetivo, pero la realidad me demostró que no era mi lugar. 

Sin dejar de trabajar, mi interés por las matemáticas financieras —gracias a un profesor inspirador— me llevó a estudiar Ciencias Actuariales y a dar el salto al mundo asegurador en Barcelona. Fue una buena etapa, pero la vida tenía otros planes. En 2004, el amor me llevó a Madrid y poco después a Ciudad Real, donde viví nueve años. Allí, tras un paso por la función pública en Hacienda, me di cuenta de nuevo de que necesitaba algo más. 

El punto de inflexión llegó tras el nacimiento de mi segunda hija. Comencé a estudiar fotografía profesional en la escuela EFTI de Madrid y descubrí un mundo apasionante. Durante cuatro años me dediqué profesionalmente a ello hasta que en 2015 regresamos definitivamente a Madrid. Aunque hoy no es mi profesión principal, la fotografía sigue siendo una pasión que no puedo dejar ni olvidar.